Las músicas tradicionales constituyen un campo de estudio complejo donde lo estético se (con)funde a menudo con las políticas comerciales, culturales, migratorias y solidarias. La sociedad de la información, por su parte, proporciona soportes accesibles que permiten la circulación de tradiciones musicales de distintos lugares del planeta y su consumo en contextos diferentes a los de su producción. Sin embargo, no todas las tradiciones son proyectadas con la misma intensidad. El mercado, las políticas públicas y la iniciativa privada, entre otros factores, canalizan la intensidad con la que ciertas tradiciones musicales son presentadas –destacando determinados estilos y ensombreciendo otros—, y al mismo tiempo dotan a las prácticas musicales de nuevos significados. Un caso particular es la reciente declaración del Flamenco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Transcurrido casi un año desde que el Flamenco entrara en este selecto grupo de tradiciones musicales a preservar,, resulta pertinente reflexionar sobre las consecuencias de dicha declaración y sobre otras actividades musicales igualmente susceptibles de adoptar el sello de patrimonio inmaterial. En este contexto se circunscriben las jornadas de estudio etnomusicológico promovidas por la SIBE-Sociedad de Etnomusicología en las que se abordarán desde múltiples perspectivas y en diferentes formatos (mesas redondas, talleres, conferencias y eventos musicales), las cuestiones que atañen a la conservación, patrimonialización y difusión del Flamenco y de otras tradiciones musicales. Estas jornadas están dirigidas a etnomusicólogos, investigadores, estudiantes y docentes interesados en las problemáticas relativas a las músicas tradicionales, el patrimonio, la educación y la identidad.