El número 19 de Cuadernos de ETNOmusicología de 2024 funciona como un número de transición de la revista en la composición de su equipo editorial, aunque los contenidos mantienen la misma línea presentada en los últimos años. Así, comienza con su habitual sección de Etnomusicología, compuesta por tres reseñas de eventos: dos de ellas se encuentran dedicadas a jornadas de ludomusicología, lo que demuestra la situación boyante de esta disciplina, mientras que la tercera la compone otra disciplina habitual en la revista, los estudios de producción musical. Asimismo, se recupera la sección Etnolecturas, dedicada a las reseñas de libros con la reseña de Polifonías de Tradición Oral en el Pacífico Mexicano de Antonio Ruíz Caballero.
Por otro lado, la sección de artículos de investigación se encuentra nutrida por seis textos que demuestran la variedad de perspectivas que caracteriza a la etnomusicología. De este modo, encontramos los artículos sobre el cuplé y los espectáculos de variedades o la música en las prisiones, firmados por Lidia Cachinero-Rodríguez y Carmen Rivate Alvarado, respectivamente, que aportan una mirada más histórica sobre fenómenos musicales desarrollados en España durante el siglo pasado. Un tercer artículo que se centra también en el contexto español es el de Bàrbara Durán, quien ofrece un recorrido de las prácticas antijudaicas y antisemitas presentes en el Misterio de Elche y la música tradicional mallorquina, así como sus distintas recontextualizaciones. Otros dos textos dan un peso sustancial a las prácticas etnográficas para indagar en fenómenos musicales contemporáneos: el artículo de Rita Inácio dos Santos nos sitúa en la emergencia del ecoactivismo climático en el festival Lisboa Soa en Portugal, mientras que Sara Islán Fernández recoge las prácticas performativas de las danzas halay o govend en Sanliurfa, Turquía. Por último, el texto de Javier Ares Yebra reflexiona sobre El Atlántico Negro de Paul Gilroy analizando cuestiones relativas a la identidad, la cultura y la hegemonía.