La reciente encarcelación del rapero Pablo Hasél viene a confirmar la tendencia a castigar penalmente cierto tipo de expresiones y a limitar cada vez más la libertad de expresión, focalizándose especialmente en ciertos estilos musicales.
En una democracia, es necesario que exista una esfera pública en la que la ciudadanía pueda discutir libremente sobre los asuntos comunes. Esta libertad debe incluir la capacidad de ofender a aquellas personas que no se sientan representadas por nuestras posiciones. Es más, es precisamente el disenso y la discrepancia lo que fortalece la esfera pública y por extensión, la democracia. Como señaló Hannah Arendt, el fin del mundo común llega cuando “se ve bajo un solo aspecto y se le permite presentarse únicamente bajo una perspectiva”.
Esta esfera pública ya no es sólo el mundo de los medios de comunicación establecidos y de los discursos políticos. Cada vez más, a través de redes sociales y medios digitales, las personas se hacen oír. Para ello echan mano de recursos de la cultura popular: los chistes, los memes, las canciones… Resulta llamativo que esta expansión de la esfera pública haya generado una violenta reacción legal a través de persecuciones y condenas a twiteros, titiriteros o músicos.
La música forma parte de la vida cotidiana de buena parte de los ciudadanos y ciudadanas españolas. Es un recurso expresivo que sirve para dar forma a sus emociones, sentirse parte de comunidades y también expresar sus puntos de vista. Forma parte, por tanto, de esa esfera pública en expansión. Reprimir las expresiones de músicos es tan grave como censurar un periódico, una película o a una televisión.
Rechazar las condenas y encarcelamientos de músicos que simplemente han expresado sus puntos de vista no implica ni compartirlos ni otorgarles algún tipo de valor moral, ni apoyar las violentas formas de protesta de las últimas semanas. Como expresó Voltaire, la libertad de expresión implica que estoy en desacuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a decirlo. Defender la libertad de expresión es defender la libertad y la democracia para permitir que la ciudadanía cante, rapee, rime y haga oír su voz sin importar a quién ofendan sus expresiones.
Firmantes del Manifiesto:
- Los miembros de la Junta Directiva de la SIBE
- Alberto Turón Lanuza. Universidad de Zaragoza
- Alicia González Sánchez. Conservatorio Superior de Música de Granada
- Amadeu Corbera Jaume. Conservatori Superior de Música de les Illes Balears.
- Amparo Lasén. Universidad Complutense de Madrid
- Ana María Alarcón Jiménez. Universidad de Barcelona
- Cristóbal García Gallardo. Conservatorio Superior de Música de Málaga
- Dario Ranocchiari. Universidad de Granada.
- David Álvarez Muñoz
- Diego Rodríguez Estrada. Instituto Otavaleño de Antropología/ Universitat Autònoma de Barcelona.
- Eloísa Zoia. Università La Sapienza (Roma)
- Eulàlia Febrer Coll. Conservatori Superior de Música de les Illes Balears
- Fernán del Val Ripollés. UNED
- Fernando Palacios. Universidad Politécnica de Valencia.
- Francisco Callejo Giménez. Conservatorio Profesional de Música Cristóbal de Morales (Sevilla)
- Gianni Ginesi. Escola Superior de Música de Catalunya
David Álvarez Muñoz.
- Héctor Fouce. Universidad Complutense de Madrid
- Igor Zanez Abarzuza. Universidad Pública de Navarra / Nafarroako Unibertsitate Publikoa
- Igor Saenz Abarzuza. Universidad Pública de Navarra / Nafarroako Unibertsitate Publikoa
- Isabela de Aranzadi. Universidad Autónoma de Madrid.
- Iván Iglesias. Universidad de Valladolid.
- Jaume Gosálbez
- Jordi Raventós. Generalitat de Catalunya-Depart. d'Educació
- Jordi Roquer Gonzalez. Universitat Autònoma de Barcelona
- Josep Lluís Lancina Murillo. Grup de Treball d'Etnomusicologia de l'Institut Català d'Antropologia (ICA)
- Josep Martí i Pérez. Institució Milá i Fontanals. CSIC.
- Juan F. G. Vinuesa
- Julián Ruesga Bono
- Karlos Sánchez Ekiza. Universidad del País Vasco
- Leonardo Díaz Collao. Universidad de Los Lagos (Chile)
- Luis Carlos Martín Rodríguez. Conservatorio Superior de Música “Manuel Castillo” de Sevilla.
- Luis Costa Vázquez (PhD). Universidad de Vigo
- Marcos Andrés Vierge. Universidad Pública de Navarra
- Maria Salicrú-Maltas. Escuela Superior del Taller de Musics / Universitat de Barcelona
- Marta García Quiñones. TecnoCampus-Maresme (Universitat Pompeu Fabra) / Universitat Oberta de Catalunya
- Marta Fernández Vilar. Universidad de Oviedo
- Matías Isolabella. Universidad de Valladolid
- Miren Izagirre
- Pilar Barrios Manzano. Universidad de Extremadura
- Rafael Caro Repetto, Institut für Ethnomusikologie, Kunstuniversität Graz.
- Rubén López Cano. Escuela Superior de Música de Catalunya
- Salwa Castelo-Branco. Universidade Nova (Lisboa)
- Sara Revilla Gútiez. Investigadora independiente. Doctora en Antropología Social y Cultural. Etnomusicóloga
- Sergi González González
- Silvia Barbotto. Università degli Studi di Torino / Universidad Autónoma de Yucatán (México)
- Silvia Martínez. Universitat Autònoma de Barcelona
- Teresa López Castilla. Universidad Internacional de La Rioja
- Victoria Eli Rodríguez. Universidad Complutense de Madrid.